Virgen Madre de las Misericordias; Reina y

Señora, Madre de Dios y Madre nuestra, 

Postrados a tus pies, queremos consagrarte 

Nuestras vidas , nuestras ilusiones de

 Juventud   y nuestros proyectos  de servicio

En el  pueblo de  tus hijos.

 

Después de haber experimentado tus

Bondades maternales durante los años de

Nuestra formación, queremos hoy confiarte

Nuestro futuro y dejar en tus manos

 Nuestras ultima plegaria:

 Bendícenos con mano poderosa,

 Consérvanos en la vivencia de nuestra fe

Católica y en el esfuerzo de la virtud.

 

Bendice a nuestros padres, a nuestros

Bienhechores a la comunidad que nos

Formo. Que ninguno de nosotros desdiga

De la formación recibida; que seamos

Constantes en el esfuerzo y eficientes en

El deber; que busquemos en todo la paz

Y la justicia; que llenemos nuestra vida

 con  esfuerzos de amor y de servicio

y merezcamos así la gloria

 de nuestra eternidad.

                                                   Amén.